30/9/12

Si los museos fueran un libro serían...

Jeroglíficos- foto tomada de la página Ushebtis Egipcios
Si los museos fueran un cuento serían de los que tienen muchas frases o palabras 
de esas que agrietan o despintan.

Tal vez fueran también una historia escondite, 
de  las que sirven para refugiarse cuando las noches ni siquiera intentan prenderse. 

Quizás son también otros relatos envueltos 
en papel, papiro o tela,
historias con  visiones en forma de objeto, 
cuentos-objeto que nos tocan 
con la punta de los dedos 
para recordarnos que "no estamos solos". 





Los museos libros
Esta entrada va dedicada al equipo del Museo de las Escuelas 
que acaba de cumplir sus primeros diez años. 
Gracias por abrirme tantas puertas
y por darle  imágenes y poesía  a mis ganas de musear por ahí. 

Lo que aparece en los museos es narración, un cuento que nos invita a paisajes diferentes en donde la experiencia va más allá del "desarrollo del juicio crítico"*, "la aparición de la voz del visitante" o  "la conexión con las sorpresas y las sensaciones"...presenta algo tan complejo, tan inclasificable, como lo que ocurre al leer libros...

"En el orden museal, las ideas, las experiencias y los objetos adquieren dimensiones 
diferentes de las que tenían en aquellos contextos en los que se generaron. 
El museo actúa como una nueva tecnología de inscripción,
 aproximándose a un texto que puede ser leído en secuencia narrativa." 
Ilustración de "El libro en el libro en el libro"
de Jörg Müller

*Frases citadas en páginas web y catálogos de los museos actuales.

Museolibros
Todos los museos caben en la biblioteca de Borges y podrían ser pensados como textos. Por eso la clave estará en la manera de tejer la trama y no en el género o en el estilo. Por suerte para los museolectores hay diferentes tipos y cada uno propone pactos ficcionales que son importante para tener en cuenta al mirar la realidad a través de esos lentes siempre coloreados, nunca transparentes.


Hay museos libros de poesía 
Son los que abren espacio para las elipsis, las veladuras, los juegos con los sentidos. Que ocupan más tiempo en ocultar que en mostrar.

Algunos  tienen obra estética como los de Plástica, Escultura, Música, Cine, Fotografía, Arquitectura, Diseño, Literatura, Danza, Teatro..., pero son realmente poéticos cuando buscan exhibir usando metáforas y juegos de sentidos.
Cuando el patrimonio es histórico o científico, la poesía permite una mirada en donde las emociones y las ideas aparecen del lado de lo extrañado y permiten conexiones lejanas e imposibles.


Hay museos relato de caballería
Presentan una historia de buenos y malos, en donde hay aventuras y batallas y héroes y gigantes.

Suelen usar personajes de la vida real como protagonistas. Los muestran con medallas o con la mano en la frente convocando la inspiración. Sus objetos personales aparecen detrás de vitrinas y sobre terciopelos. El más simple guante es tesoro por haber sido testigo presencial de la gesta y merece todos los honores y respetos.
Hay de los que se dicen históricos y otros que se arman en torno a un artista...tienen la promesa de un relato entretenido en donde las pasiones humanas encarnan en forma de personaje real. Los visitantes que eligen creer que lo que se muestra es la pura verdad silencian por un rato las contingencias de la vida y entran en la ficción sabiendo que a la salida los esperan otra vez las dudas y las preguntas de la vuelta de la esquina.


Hay museos de falsas memorias
Son los que construyen un relato contado desde el punto de vista de un personaje que existió o que pudiera haber existido. El lente se acerca a los personajes y se pueden ver los grandes sucesos de la historia a través de sus miradas.

Las situaciones que se cuentan tienen el calor de lo personal, de las preguntas, de las emociones vividas, de lo íntimo. Para ilustrar eso se muestran detalles de la vida cotidiana, objetos que toman valor en función de la historia: el osito de la infancia perdido, la cartuchera con un agujero, el delantal de cocina...generan cercanía y es fácil identificarse con lo que sucede, tanto que a veces es difícil recordar que en la manera de pensar se unen las ideas del pasado y las de quienes escribieron hoy para el museo de hoy.

"El sueño del pequeño Capitán Arsenio"- Pablo Bernasconi

Hay museos crónicas de viajes
Son los que conservan, clasifican y exhiben gran cantidad de información sobre un mismo tema.

¿Ciencia, Arte o ambos?
En un mismo espacio se pueden encontrar ejemplos, ejemplos y más ejemplos. También explicaciones, cuadros sinópticos, descripciones... Ofrecen en poco espacio la posibilidad de acceder a piezas de distintos orígenes y de viajar a través de infinidad de mundos.

Los Museos de Historia Natural fundados en el siglo XIX y los museos escolares también de esa época suelen ser así. Las vitrinas aparecen llenas hasta la hipérbole generando una sensación de completud y seguridad, de desborde de opciones. Como en una tienda de caramelos o un altillo de los de antes hay  espacio para dejar que los ojos recorran con tiempo sin ocuparse de las omisiones.


Hay museos microrrelatos
Están pensados en base a estaciones, a mundos organizados en forma de feria que se ofrecen al mismo tiempo para que el visitante pueda elegir.

Muchos se llaman interactivos y pueden querer hablar de ciencias, otros usan la palabra "kermesse" y se ofrecen como puestos abiertos a todo público. Los visitantes los recorren como a islas de un mismo país dando a sus caminatas el poder de la deriva y el sabor de lo exploratorio.


Hay museos novela policial o facebook
Pablo Bernasconi- Detalle de la portada de su blog
Son los que construyen con varias voces y tienen espacio para las opiniones y las discusiones.

Nunca están terminados, están siempre en proceso.Prefieren las pistas y lo intrincado a los recorridos marcados, van dejando señales e hilos sueltos para que el visitante construya su propia historia. Exigen cierto esfuerzo para el visitante y pueden desilusionar si lo que se busca es dar con "la respuesta correcta", pero también exigen esfuerzo para los curadores que deben comerciar con lo sutil y lo incompleto. Su lustre de novedad da comodidad a varios paseantes que se tranquilizan al sentirse en el "mejor" museo quitándoles de la cabeza las tan incómodas dudas, los tan molestos recuerdos de que este museo, al igual que los otros, es también ficción.


Glosas sobre museos que irían a cuento 
  • Hace unos años se presentó la muestra "Amadís de Gaula, 1508: quinientos años de libros de caballería" en la Biblioteca Nacional de España. Les dejo un dossier donde van a poder encontrar información sobre esta historia a través del tiempo y las características básicas de los protagonistas y los temas de los relatos de caballería. Ir al Dossier
Museo casa de Cervantes
  • Las casas-museo son muchas veces visitadas en busca de rastros de un personaje admirado y/o presentado como héroe de caballería. Hace unos días vi un video sobre la casa de Cervantes en donde se plantean cuestiones sobre este tipo de museo y la diferencia con una casa real. Ir al video (está siendo presentado en el II Congreso Virtual de Educathyssen) 
  • El Museo que está dirigiendo Nina Simon tiene mucho de facebook y pistas sueltas, no sólo por sus prácticas en donde la construcción de las actividades tiene que ver con un trabajo en equipo, sino porque los visitantes suelen ser invitados a participar de manera breve y espontánea, respondiendo preguntas relacionadas con la identidad y donde hay espacio para el humor. En el museo se genera la sensación de estar compartiendo un gran espacio con gente que se relaciona como "amigos". Ir a la página del museo Ir al blog de Nina
  • Todas las exhibiciones que coordina Chiqui González tienen a la  poesía como motor. Ahí va algo sobre la "Montañita encantada" del Jardín de los Niños en Rosario. Ir a la página. También me gustó mucho el museo de arte Emma, en Espoo (Finlandia) porque su museografía está llena de rincones y juegos para la mirada. Me llamó la atención especialmente la exhibición de Juhani Harri y sus "cajitas" Ir a la página del Museo 
  • El Museo Skansen es un museo al aire libre en Estocolmo. Como en una colección de microrrelatos, en el mismo predio se puede visitar un zoológico con sus jaulas, un acuario y un museo al estilo "living history". Es una experiencia muy interesante recorrerlo, especialmente porque en el sector del "pueblo" hay artesanos reales que venden sus piezas como si fueran de otra época y con los que se puede conversar sobre los detalles de la técnica y las costumbres. Ir a la página
  • En la "Colección V" organizada y curada por el equipo educativo del Centro de Arte 2 de mayo en  España había una mesa en el medio de la muestra en donde se exhibían los emails que los curadores iban cruzando con los artistas para que los visitantes pudieran asistir a las discusiones y participar opinando. También se invitaba a los artistas a la mesa en horario de apertura al público para mantener las charlas curatoriales frente al público para que también pudiera participar y opinar. Como un foro o los comentarios de facebook se sucedían las ideas y se ponía en cuestión la autoridad "curatorial" presentando un formato más horizontal. Ver el video (está siendo presentado en el II Congreso Virtual de Educathyssen) 
  • Los que trabajamos en Educación en Museos solemos criticar los espacios de exhibición que tienen el lustre del siglo XIX clasificatorio y cientificista porque sentimos que aleja a muchos visitantes y es una manera de mirar los objetos que nos parece que deja de lado temas que nos preocupan hoy en día como la conexión con la intimidad, la creatividad, lo sensorial, la participación... Sin embargo tienen un modo que es propio que tal vez es interesante que conviva con las nuevas museografías. Me parece importante mirar a las familias cuando visitan museos de historia natural o zoológicos y recordar que suelen preferir estos museos a los de Arte...

Epílogo
Y acá suelto la posta y me quedo en busca de museos ciencia ficción, de esos que se lanzan hacia lo que va a venir y nos recuerdan que lo que sigue tendrá algo del presente y de las maneras que tengamos  de inventar ahora nuestros futuros. También de los imposibles verdaderos que traerán los nuevos nacimientos (Larrosa).

Colorama Negro- Silvia Paz y Mariano Ricardes
para el Museo de las Escuelas-Argentina

12/9/12

Entrevista a Daniela Pelegrinelli- De los cruces de palabras en el Museo del juguete de San Isidro

Una charla que empezó en Buenos Aires y siguió en Finlandia

Foto de Fernando Kobryniec
Daniela Pelegrinelli es la directora del Museo del Juguete de San Isidro y desde hace años investiga sobre los juegos, los juguetes y la infancia. La conocí hace unos años en una charla en el Museo de las Escuelas cuando vino para ayudarnos con un recorrido sobre los juegos del recreo. Fue una charla llena de detalles y mundos nuevos sobre juguetes que tantas veces habíamos tenido entre manos. También de frases como "llegado el caso, una Barbie puede hasta ser un juguete menos sexista que unos bloques con flores redondeadas color 'rosita''...que nos sacaron de lugares comunes y nos llenaron de nuevas preguntas.

El Museo del juguete de San Isidro se inauguró el año pasado y reúne objetos de coleccionistas y otros donados por particulares. Es muy atractiva la invitación a recorrer salas que tienen títulos abiertos..."Jugar con nada-Jugar con todo", "Construir-Destruir", "Universo-mi casa", "Trabajar-Descansar"... no se sabe del todo qué va a pasar, pero convocan sensaciones y territorios con los que da ganas ponerse en contacto. El museo tiene también un patio en donde se puede jugar con otros chicos y talleres. Además hay propuestas participativas en sala  de distinto tipo que incluyen "La mesa del tiempo", un dispositivo "lúdico-participativo"1 en el que conviven juegos antiguos con modos de jugar actuales.

Los invito a compartir esta charla  para que conozcan más de cerca a Daniela y al museo (vale cerrar los ojos unos segundos y pensar en un juguete imposible o el que nos ayudaría a hacer más amables las mañanas. También vale tratar de recordar la vidriera de la juguetería que oficiaba de exhibidor de nuestra infancia.)

1- diseñado por Patricio González Vivo


De los cruces de palabras en el Museo del juguete de San Isidro

"(...) frente a una colección, todos somos voyeurs. 
En ella los objetos han perdido valor funcional 
para revelarse como testimonios de un orden subjetivo 
que nos está permitido espiar.
Quizá sea ese afán por dar un orden al mundo lo que emparienta 
a los coleccionistas con los niños y los astrónomos." 
(Daniela Pelegrinelli- del catálogo de la muestra “El cielo puede esperar”")

Foto de la página del Museo del Juguete de San Isidro
Mercedes: Al presentar las salas aparecen fragmentos de  Alicia y de textos de Silvina Ocampo, María Elena Walsh, pareciera que la Literatura y el juego tienen mucho en común…  ¿De qué manera la literatura es parte de la museografía del museo del juguete? 

Daniela: Esas citas, si bien son literarias expresan contenidos extra literarios, es decir han sido elegidas por su capacidad de expresar ideas que refieren a los contenidos de las salas. Los textos literarios tienen la capacidad de condensar sentidos en breves espacios, o de hacerte llegar a una idea por un camino que no apela directamente al pensamiento racional, sino que acorta ese camino provocando una imagen, una sensación, una asociación, haciendo reír, etc. Si el interés en el museo es que cada visitante tenga algún tipo de experiencia en relación al contenido del museo, es posible, o al menos es una apuesta que se hace, que algunos se sientan más interpelados por los textos más informativos, o explicativos, y otros por estos epígrafes breves que iluminan cada sala con su poética o su absurdo. Por otro lado, hay evidentemente una relación entre juego y lenguaje, pienso en artistas de poesía concreta, en juegos  de lenguaje como el nonsense, la jitanjáfora, las adivinanzas y los trabalenguas, las canciones con mímicas, los juegos de palmas cantados, las canciones destinadas a los bebés, etc. y por supuesto en Wittgenstein, De todos modos un análisis de esa relación cabe más a los especialistas en literatura, lingüistas o filósofos . Desde lo museológico, la literatura es una puerta de entrada diferente a una idea que se quiere transmitir, un modo de transmitir.
"Los juguetes del campo" de Isol
M:Cuando era chica alguien nos regaló “El juego de la vida” y me acuerdo que mi papá siempre quería perder porque el castigo era terminar los días en una casita en el medio del campo filosofando. Siempre me impactó que no quisiera ganar... rompía con lo que el tablero proponía, el premio mayor era  convertirse en millonario.  ¿Qué historias hay detrás de los clásicos juegos de mesa como “El juego de la oca”, “El estanciero”, “El TEG”…?
Chicos en la Mesa del Tiempo

D:Hay un libro ya un poco pasado de moda pero que sigue siendo revelador por su enfoque, Ensayos de etnotecnología, que podría dar muchas claves para responder esta pregunta. Allí, por ejemplo, hay un capítulo destinado a analizar un juego supuestamente ecológico (el libro es de los años setenta), y a medida que transcurre el análisis se va develando la falsedad de la propuesta explícita del juego, podríamos decir que lo que se revela por el análisis es su frivolidad, el modo superficial  en que ha tomado un tema serio. A veces una idea simplista de marketing lleva a fabricantes o diseñadores a enunciar unas cualidades que un juego no tiene, como un modo de sumarse a una tendencia o tema de moda, o de pretender ser más educativos de lo que son. Otras veces ni los fabricantes ni los jugadores toman conciencia real de los significados que se ponen en juego –vaya la redundancia- en el juego. De todos modos los tres que mencionás no son equivalentes. "La Oca" es un juego tradicional de varios siglos, que obviamente habla de la vida, de los obstáculos que hay que atravesar, mientras que "El Estanciero" y el "TEG" son bien del siglo XX. "El Estanciero", por ejemplo, se fabricó en Argentina durante muchas décadas y llama la atención pensar que muchas generaciones han jugado a comprar y vender campos. Aun cuando la Argentina ya no se definía por sus latifundios ni por ser el granero del mundo, "El Estanciero" seguía siendo uno de los juegos favoritos de chicos y chicas que estaban en su gran mayoría bastante lejos de la posibilidad de comprar campos e incluso de la dinámica misma de la economía agropecuaria.



La Mesa del Tiempo de Patricio González Vivo- Museo del juguete de San Isidro
M: Hay una actividad en el museo sobre el cine y los juguetes. ¿Cuál es la relación entre los juegos, los juguetes y las historias planteadas por las películas?




D: Creo que en primer lugar hay una película que ya es un clásico que habla sobre eso: Toy Story. Desde una perspectiva histórica suele narrarse cómo el cine tiene sus antecedentes en una serie de juguetes ópticos surgidos a lo largo del siglo XX (taumatropos, fenisticopios, zootropos, linternas mágicas, etc.). Esa relación se continúa en la producción de máquinas de cine domésticas, proyectores de todo tipo, entre los cuales está el "Cinegraf", que muchos tuvieron y muchos más recuerdan. También se podría pensar en los juguetes que pasaron por el cine. Creo que uno de los más célebres es Winnie The Pooh. Como muchos saben, Winnie es un oso que existió de verdad. Era el oso favorito de Christopher Robin, único hijo del escritor Alan Milne, que vio la estrecha relación que tenía el niño con su osito y con otros juguetes y los transformó en personajes de literatura a mediados de los años veinte. Escribió, entonces, muchas aventuras que fueron ilustradas por Ernest Shepard. De esta manera Christopher y todos sus animalitos de paño -Pooh, Eeyore, Piglet, Kanga, Roo, Tiger, Jagular, Heffalumps, Woozles- formaron parte de la vida de otros niños y los libros se convirtieron en clásicos de la literatura británica. Disney tomó los escritos de Milne y los llevó al cine en 1966. Y a partir del Winnie de Disney, que además fue cambiando en las sucesivas películas, se volvieron a  hacer juguetes de Winnie. Hay que saber además que Christopher también fue un niño de paño fabricado por la firma italiana Lenci en los años treinta y que había llamado Winnie a su oso de cibelina en honor a una osa de verdad que estaba en el zoológico de Londres. Creo que esta historia basta para ilustrar la relación entre juguetes y cine. Actualmente todos los filmes destinados al público infantil son pensados en relación a los juguetes relacionados con ellos que se van a producir, tal como ha venido estudiando Gilles Brougere .


M: También hay un taller de nanas ¿Cómo es? Me hizo acordar a un texto de Margaret Meek que habla sobre lo primario que son  los juegos con las palabras y cómo esto influye en su futuro literario… “(…) [los niños] recitan, bromean, amenazan, ruegan, cuentan y evocan el poder de las palabras, ya sea como arma contra la oscuridad o como para formular impulsos prohibidos, los niños emplean muchos recursos que luego encontrarán en formas literarias reconocidas."  (Margaret Meek, 2001)2 


El taller de nanas fue pensado como un modo de dar respuesta lúdica a una franja de visitantes –los niños y niñas de menos de tres años- que no tienen un espacio en los talleres, más bien destinados a chicos y chicas más grandes. Entre otras propuestas –como autos de madera de acarrear y caballitos de balancín, el taller busca hacerles un espacio específico a estos visitantes. ¡No estamos pensando en futuros escritores! Más bien en adultos y niños pequeños conectándose a través del canto y los juegos con el cuerpo y el ritmo.

M:Juguetes heredados, juguetes rodados, juguetes pasados ¿Qué juguetes se suelen guardar? 

D: No sé, ¡habría que hacer una investigación! Hay juguetes que se guardan voluntariamente y hay otros que simplemente van quedando.
Ilustración de Jutta Bauer
M:¿Qué pasa con los adultos y la nostalgia en el museo?

D: Es una constante, los mensajes del libro de visitas lo dicen reiterativamente. A los adultos ver los juguetes que se relacionan con la infancia los impacta y emociona.  Los juguetes van derecho a lo emocional, es como si por un instante el pasado pudiera ser percibido de una manera vívida. Por eso la gente habla de “viaje”, “vuelta”, “traer de vuelta”, “volver a vivir”, “recordar”, “volver a la infancia”. Imagino que son recuerdos y rememoraciones bastante idealizadas de las infancias pero no por eso la experiencia es menos valiosa para esas personas. Desde una perspectiva museológica la nostalgia no me resulta tan interesante, porque creo que obtura la posibilidad de pensar críticamente la propia infancia y por ende la infancia actual. Pero a veces para algunas personas es la única experiencia posible en el museo, por lo tanto es válida. 


M: El patio del museo es un lugar de presentes donde se puede jugar con y en la naturaleza y usar  juguetes del museo en compañía de otros chicos ¿Cómo está resultando  la experiencia en este primer tiempo? 

D: El patio del Museo es uno de sus espacios más ricos. Allí los educadores  hacen juegos tradicionales, dan a los visitantes la posibilidad de proponer juegos que ellos conocen, se generan juegos grupales de adultos y niños, y sobre todo, hay bastante autonomía para recorrerlo y usarlo. El hecho de que no tenga dispositivos de juego preestablecidos es bastante positivo, lo diferencia de otros espacios de juego al aire libre y ayuda a que lo más importante del espacio sean los otros con los que podés jugar.
En el patio del Museo en la actividad "Salir a buscar el sol"
con Hernán Paganini

2) Meek, Margaret. "¿Qué se considera evidencia en la teoría sobre literatura para niños?". En: Un encuentro con la crítica y los libros para niños. Caracas, Banco del Libro, 2001. Colección Parapara CLAVE.

Sogas para seguir saltando por ahí
Internet es un gran campo de juego con rampas y hamacas para pasar de una página a otra sin necesidad de moverse del lugar. Estas son algunas de las líneas a los convido para seguir profundizando sobre el mundo que plantea esta nota

  • El Diccionario de Juguetes argentinos es la última publicación de Daniela. En esta página van a poder encontrar información e imágenes sobre el texto. Ir a la página
  • Estas son otras notas muy interesantes sobre su trabajo "Diccionario de juguetes"  "Desde el país de la infancia"
  • Daniela tiene un blog personal en donde postea información y reflexión sobre el mundo de los juegos, la infancia y los juguetes, se llama "Dan Toyland" Ir al blog
  • Isol tiene un libro El bazar de los juguetes en donde adapta un tango de Yiso. Si bien no lo vi entero encontré algunas ilustraciones por internet y me quedé enamorada de la página de los juguetes de los sueños. Ver
  • Daniela me mandó más fotos que no entraban en esta entrada, además hay dos videos sobre "La mesa del tiempo" que recomiendo! Ir a la galería de fotos del Museo


"Estamos rodeados de objetos  .
Vivimos en el espacio libre que ellos nos dejan. 
Cuanto más afectos seamos a tenerlos, 
menos espacio va quedando en nuestra casa para nosotros.
Nos compensan creando a nuestro alrededor un mundo
repleto de historias que acaban llenando nuestras horas y nuestros días.
En ellos está la vida, finalmente."
(cita de Daniela Pellegrinelli tomada de su blog "Dan Toyland")



Puerta de salida
Ilustración del libro
"Mi cuerpo y yo"
de Jorge Luján e Isol
Una licuadorita de plástico dibujé a los cuatro 
cuando me preguntaron por mi juguete favorito. 
Tapa roja, vaso transparente...Creo. 
¿O era verde?

No sé, no me acuerdo bien...

Quién me la regaló y por qué la querría tanto. 

Mi memoria solo la guarda en lápiz. 
Quién sabe ya quién fue real...